Blogia
INFORME INTERNACIONAL

Conmoción en Puerto Rico

Conmoción en Puerto Rico "Murió con las botas puestas"

Una extensa sombra luctuosa se cierne sobre Puerto Rico. La isla del encanto, aún se estremece ante el asesinato perpetrado en la persona de Filiberto Ojeda Ríos, tal vez el más legendario de los forjadores de libertad en esta tierra durante las décadas más recientes.

En su tierra natal, Ojeda Ríos, fue víctima de una emboscada del FBI. Un certero disparo accionado desde un helicóptero, cegó la vida de este hombre en una clara acción de “terrorismo de Estado”, como lo calificó el ex senador puertorriqueño, Rubén Berríos Martínez en declaraciones recogidas por la página emancipación.org.

El hecho ocurrió el pasado 23 de septiembre, en predios del municipio Hormigueros. Ironicamente, ese día los isleños celebraban el grito de Lares, como se conoce lo que historicamente fue registrado como el primer paso hacia la independencia en 1868.

“Murió con las botas puestas”, dijo a la agencia cubana Prensa Latina, el dirigente del Movimiento Independentista Nacional Bostoniano, Héctor Pesquera.

BRAVURA SONRIENTE
Constantemente, el líder del Ejército Popular Boricua-Los Macheteros, fue una especie de leyenda viviente. Hasta su fecha de nacimiento, es forcejeada por varias fuentes. Unas lo ubican en abril de 1930. Otras, tres años más tarde pero como sea ”…siempre sonriente y como enamorado de sus hermanos y hermanas patriotas, el dirigente revolucionario puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos parecía conservar y lanzar toda su bravura, toda su ira y toda su violencia contra un solo adversario: el enemigo centenario del pueblo puertorriqueño”, acota la escritora Mari Mari Narváez, en la ya citada página emancipación.org.

Sus sueños libertarios se concretaron con mayor agudeza durante los años sesenta. Sostienen sus seguidores, que por entonces y bajo su tutela nace MIRA, Movimiento Independentista Revolucionario Armado. Jamás se le pudo comprobar el supuesto entrenamiento costeado por el Gobierno cubano, y que con saña fuera propagado por los adversarios comandados desde el imperio. Inolvidable para su causa, fueron las acciones libradas sobre bases militares y otros centros de poder tanto en su país como en Estados Unidos.

LIBERTAD: PRECIADO BIEN
1990 fue un año clave en el destino del caudillo. Esa vez, específicamente el 23 de septiembre, la sala de redacción del semanario Claridad fue escenario de un verdadero acontecimiento. Un sobre contenía un grillete electrónico, y éste a su vez las señas de Ojeda Ríos, quien de esa manera notificaba al mundo su decisión de pasar a la clandestinidad.

El instrumento en cuestión, constituía el único medio de control que poseían las autoridades gringas sobre el reo, quien adquirió esta cualidad luego de ser juzgado y considerado culpable de una operación en la que estuvieron en juego más de siete millones de dólares destinados a la causa por la liberación de su patria. “Este golpe, perpetrado el 12 de septiembre de 1983, lo ejecutaron varias personas con la ayuda del empleado de la compañía, Víctor Manuel Gerena”, indica Rubén Arrieta, periodista de el nuevodía.com. La cancelación de una fianza de algo más de un millón de dólares en 1988, lo devolvió a una libertad supervisada que se negó a aceptar.

A partir del ingreso a la clandestinidad, aire, tierra y mar fueron los caminos desandados en su búsqueda. Se trató de 15 años de enigmas e incógnitas para sus extraviados cancerberos. Dignas de admiración tanto para amigos como para enemigos, fueron sus salidas a Puerto Rico y Estados Unidos, hasta que el pasado día 23 “…un grupo de 300 miembros del FBI rodeo la zona donde Filiberto iba a aparecer, otro grupo de 20 asesinos con puntería, se ubican en los varios helicópteros y cuando Filiberto aparece, le disparan a mansalva. Resultado, una bala le perfora la clavícula y el pulmón quedando en la espalda, y sin prestarle auxilio lo dejan desangrar. Una verdadera operación exterminio”, de acuerdo al relato del portal La Hoja de Mancuso que nos fue hecho llegar a través de la página alternativa Sierra Jaguar.

0 comentarios